El magistrado de la Audiencia Provincial de Las Palmas Pedro Joaquín Herrera Puentes lleva apenas una semana ostentando el cargo de viceconsejero de Justicia del Gobierno de Canarias. Pese a haber llegado en un momento de precariedad económica y en el que esta Administración adolece de diversas deficiencias, como la saturación, el que fuera miembro electo de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Canarias tiene por objetivo durante esta legislatura mejorar el estado de la Justicia "en la medida que las posibilidades lo permitan y siempre con el consenso de todos los integrantes de esta Administración".
Algunos miembros de la Administración ven en usted, dada su condición de magistrado, una vía de escape a las deficiencias que sufre la Justicia en Canarias.
Tengo la ventaja de que conozco la casa desde el ejercicio de la actividad judicial, aunque la verdad es ahora veo la Administración de Justicia desde una perspectiva más amplia, que es la de la gestión pública en general y en la que el juzgado es un componente más. Tengo que dejar de lado mi función jurisdiccional y ser un gestor de esta Administración. Por ello, lo primero que tengo que hacer es conocer la casa por dentro y ver cómo funciona, y, luego, hacer un diagnóstico para preparar nuestro plan de actuación.
Llega en un momento de precariedad económica y en el que la Justicia adolece de graves deficiencias.
Soy consciente de la situación de recorte presupuestario y control exhaustivo del gasto en la que estamos. Llego a este cargo con la idea de valorar las posibilidades de actuación que tenemos, porque las hay, aunque puedan ser más limitadas. Hay que mirar hacia el futuro dentro de nuestras posibilidades y no centrarnos en que no hay dinero, y en base a esas capacidades actuar. Vengo con entusiasmo, ganas de trabajar, dialogar y hacer cosas, pero habrá que ver las posibilidades con que se cuenta, pues hay que ser realista y no lanzarse con proyectos que no se pueden hacer.
¿Cuáles son sus principales objetivos para estos cuatro años?
Mi objetivo primordial es la implantación, paulatina y en la medida de las posibilidades, de la Nueva Oficina Judicial para hacerla más operativa. Lo que no podemos hacer es implantar una nueva oficina para hacerla menos operativa. Por eso, debemos analizarlo con todos los trabajadores y hacerlo con cabeza, decisión y que todo sea fruto de la realidad que tenemos ahora. Debemos implantarla poquito a poco para ver si dentro de un tiempo razonable hemos conseguido mejorar y modernizar la Administración de Justicia y la hemos hecho más operativa.