Publicamos información remitida por los compañeros de ELA.
Obliga a Osakidetza a readmitir a una trabajadora al entender que estamos ante una contratación temporal fraudulenta. La sentencia abre la puerta a la solicitud de indemnizaciones por los daños causados en estos casos.
El Tribunal Supremo ha dado la razón a ELA y ha condenado a Osakidetza por contratar temporalmente a una trabajadora de forma fraudulenta.
Desde ELA solicitamos la nulidad del cese de un contrato coyuntural que había sufrido 13 prorrogas en en transcurso de dos años y medio. El Tribunal Supremo obliga ahora a Osakidetza a readmitir a esta trabajadora, a la que tendrá que indemnizar con los salarios dejados de percibir durante los seis años transcurridos desde que fue cesada.
La sentencia reconoce, por lo tanto, el abuso de la contratación temporal por parte de Osakidetza y abre además la posibilidad de reclamar una indemnización por los daños causados a los/as trabajadores/as, en estos casos.
Desde ELA hemos venido denunciando a lo largo del tiempo el abuso sistemático de la contratación temporal que realiza Osakidetza, lo que deriva en numerosos casos de contratación fraudulenta, fraude que, necesariamente, debe tener alguna consecuencia. El Tribunal Supremo, en esta sentencia, viene a avalar nuestra postura y a reconocer que Osakidetza utiliza los contratos temporales para otros fines distintos de aquellos a los que tales contratos deben responder.
En Osakidetza, la eventualidad y la contratación temporal son sistemáticas. Así, es habitual la contratación temporal por motivos coyunturales, cuando, en realidad, las personas contratadas deben realizar labores habituales en puestos que, en realidad, son estructurales. El Tribunal Supremo ha declarado fraudulenta esta práctica.
Resulta evidente la apuesta de Osakidetza por la precariedad laboral. Osakidetza cuenta con 15.000 personas contratadas temporalmente, lo cual supone casi un 40% de la plantilla. No es un problema de límites legales, Osakidetza ha tenido una voluntad política clara de mantener una alta tasa de temporalidad para poder privatizar servicios en cualquier momento. Por esta razón le ha sido tan fácil destruir 3.000 puestos de trabajo.
Desde ELA seguiremos utilizando todas las herramientas a nuestro alcance para conseguir un modelo basado en la estabilidad de las plantillas que ponga fin a la precariedad existente hoy en día. Solo así podremos construir un sistema sanitario público y de calidad para nuestra sociedad.